del compilado No me digas que no
El año según Pablo Dacal
Reseña en Hecho en Buenos Aires /Diciembre, 2008
sábado, 10 de enero de 2009
jueves, 1 de enero de 2009
postales de la Feria en el Rojas
Paula Maffia, los discos, Jano Seitun, Pablo Dacal, Julieta Rimoldi, Srta. Carolina
miércoles, 31 de diciembre de 2008
Reseña en Hecho en Buenos Aires
Diciembre, 2008
No me digas que no
Compilado
No me digas que no es un ciclo de conciertos en los penales de Ezeiza que forma parte del proyecto artístico y social YO NO FUI. Desde noviembre del 2007 hasta agosto de este año se realizaron más de once presentaciones en distintas unidades de Ezeiza. Los conciertos variaron entre la cumbia experimental, la canción acústica con orquesta y el rock poético. En más de una oportunidad concluyeron con la formación de una banda espontánea integrada por las asistentes y los músicos convocados. Con el fin de promover el ciclo de conciertos y las actividades en general del proyecto, en diciembre de este año se edita el primer compilado No me digas que no, conciertos en los penales de Ezeiza 2007-2008, con la participación de todos los artistas que tocaron hasta ahora: Kumbia Queers, Tumbamores, Dick el Demasiado, Pablo Dacal y la Orquesta de Salón, El pony infinito, Umatic, Señorita Carolina, Julieta Rimoldi y las buenas semillas, Valeria Cini, Paula Maffia, Alvy Singer Big Band, algunos con temas inéditos y versiones. Las cajas del compilado se han diseñado, cortado y armado en el taller de encuadernación y las imágenes de tapa y contratapa han sido impresas en el taller de serigrafía. Es decir que el compilado ha sido completamente fabricado en los talleres creativos y productivos del proyecto YO NO FUI.
No me digas que no será presentado durante la feria Yo no fui, el día viernes 5 de diciembre a las nueve de la noche en la sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas con conciertos de Umatic, El pony infinito, Tumbamores y Valeria Cini. La feria se realizará entre el 4 y el 6 de diciembre, tanto el jueves 4 como el sábado 6 habrá conciertos acústicos antes y después de las lecturas de las participantes del taller de poesía de la unidad 31. Además se exhibirán –y venderán- todos los productos elaborados en los talleres: fotografías, cuadernos en tela, remeras, tejidos, y demás.
No me digas que no
Compilado
No me digas que no es un ciclo de conciertos en los penales de Ezeiza que forma parte del proyecto artístico y social YO NO FUI. Desde noviembre del 2007 hasta agosto de este año se realizaron más de once presentaciones en distintas unidades de Ezeiza. Los conciertos variaron entre la cumbia experimental, la canción acústica con orquesta y el rock poético. En más de una oportunidad concluyeron con la formación de una banda espontánea integrada por las asistentes y los músicos convocados. Con el fin de promover el ciclo de conciertos y las actividades en general del proyecto, en diciembre de este año se edita el primer compilado No me digas que no, conciertos en los penales de Ezeiza 2007-2008, con la participación de todos los artistas que tocaron hasta ahora: Kumbia Queers, Tumbamores, Dick el Demasiado, Pablo Dacal y la Orquesta de Salón, El pony infinito, Umatic, Señorita Carolina, Julieta Rimoldi y las buenas semillas, Valeria Cini, Paula Maffia, Alvy Singer Big Band, algunos con temas inéditos y versiones. Las cajas del compilado se han diseñado, cortado y armado en el taller de encuadernación y las imágenes de tapa y contratapa han sido impresas en el taller de serigrafía. Es decir que el compilado ha sido completamente fabricado en los talleres creativos y productivos del proyecto YO NO FUI.
No me digas que no será presentado durante la feria Yo no fui, el día viernes 5 de diciembre a las nueve de la noche en la sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas con conciertos de Umatic, El pony infinito, Tumbamores y Valeria Cini. La feria se realizará entre el 4 y el 6 de diciembre, tanto el jueves 4 como el sábado 6 habrá conciertos acústicos antes y después de las lecturas de las participantes del taller de poesía de la unidad 31. Además se exhibirán –y venderán- todos los productos elaborados en los talleres: fotografías, cuadernos en tela, remeras, tejidos, y demás.
viernes, 31 de octubre de 2008
Presentación del compilado No me digas que no
Durante la feria de Yo no fui en el Rojas se presentará el compilado No me digas que no, conciertos en los penales de Ezeiza 2007-2008. Participan del mismo todos los artistas que tocaron hasta ahora en el ciclo que se realiza en los penales de Ezeiza: Kumbia Queers, Tumbamores, Dick el Demasiado, Pablo Dacal y la Orquesta de Salón, El pony infinito, Umatic, Señorita Carolina, Julieta Rimoldi y las buenas semillas, Valeria Cini, Paula Maffia, Alvy Singer Big Band, algunos con temas inéditos y versiones.
Las cajas del compilado se han diseñado, cortado y armado en el taller de encuadernación y las imagenes de tapa y contratapa han sido serigrafiadas en el taller de serigrafía, es decir que el compilado ha sido completamente fabricado en los talleres creativos y productivos del proyecto YO NO FUI.
El disco será presentado el día viernes 5 de diciembre a las nueve de la noche en la sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas con conciertos de Umatic, El pony infinito, Tumbamores y Valeria Cini.
También habrá conciertos acústicos. El jueves 4 a las 18 hs tocarán Julieta Rimoldi , Srta Carolina y Paula Maffia; y el 5, Pablo Dacal y Alvy Singer.
Para conseguir el disco escribir a: nomedigasqueno2009@gmail.com
Lo recaudado con la venta se utilizará para continuar el ciclo el año que viene.
Este proyecto es coordinado por Tálata Rodríguez, quien también se ocupa de la organización del ciclo. Desde ya agradecemos a los músicos por ceder los temas, al restaurant La Aromática que subvenciona el disco, a Alejandro Pugliese (Resientelo producciones) y a Srta Carolina por la masterización y a Vanesa Levacov por el diseño.
domingo, 10 de agosto de 2008
Srta Carolina cuenta cómo fue el recital en el Módulo 5
Srta Carolina cuenta cómo fue el recital junto a Paula Maffia en la Módulo 5:
Creo que la experiencia de tocar en un penal comienza en la invitación.
Talata me había mencionado algo en persona, y después empezamos a coordinar la posible visita.
Yo nunca había estado en un penal. La imagen se me venía muy fuerte a la cabeza.
Mail a mail la cosa se iba concretando, y mi idea, tan abstracta, se iba volviendo más y más tangible.
Ese martes me levanté muy temprano. En la esquina de Pueyrredón y Corrientes, esperando a Paula, empecé a pensar, y el asunto se me presentó intimidante; ¿qué esperaban las internas? ¿qué tenían ganas de ver, de hacer, de escuchar? No me conocían, y mucho menos a mis canciones. ¿Qué podía reconfortarlas de mi guitarra?
Recién ahora caía en toda esa cuestión.
En la combi de ida íbamos charlando y tomando mate con María y Claudia. Desde la entrada uno ve cerraduras, rejas, y varios kilómetros de alambrado. La felicidad llegaba al cuerpo, la expectativa y la ansiedad se hacían carne. Después de cruzar muchas puertas llegamos al gimnasio, y cuando ellas bajaron silla en mano, ordenadas, saludando una por una, se me agolpó todo lo anterior en los dedos y supe que había que empezar.
Debo decir que ambas, Paulita y yo, estábamos bien asustadas.
Empecé a tocar.
Todo se fue ablandando, tornando natural y energético.
Para no romper la atmósfera corté pronto, y La Maffía dio una lección de rock alla Johnny Cash.
Luego nos quedamos sorteando casettes y revistas, y definitivamente me fui con una certeza.
Ellas casi no ven gente desconocida; ni muchas cosas nuevas. Que le llevemos algo no-escuchado-antes, era realmente especial, de ahí que se genere esa electricidad extraterrestre, ese silencio del comienzo del concierto.
Charlar de nada o de todo un poco con ellas corta su rutina. Ven otros ojos, quizá oyen palabras que no escuchaban hacía mucho, quizá maquinen cosas nuevas. Algo muy positivo para alguien que ante tanta monotonía y encierro, no tiene mucho opción que pensar y pensar.
Llevamos algo que sucede Afuera, ahí Adentro.
Es la osadía de este proyecto.
Creo que la experiencia de tocar en un penal comienza en la invitación.
Talata me había mencionado algo en persona, y después empezamos a coordinar la posible visita.
Yo nunca había estado en un penal. La imagen se me venía muy fuerte a la cabeza.
Mail a mail la cosa se iba concretando, y mi idea, tan abstracta, se iba volviendo más y más tangible.
Ese martes me levanté muy temprano. En la esquina de Pueyrredón y Corrientes, esperando a Paula, empecé a pensar, y el asunto se me presentó intimidante; ¿qué esperaban las internas? ¿qué tenían ganas de ver, de hacer, de escuchar? No me conocían, y mucho menos a mis canciones. ¿Qué podía reconfortarlas de mi guitarra?
Recién ahora caía en toda esa cuestión.
En la combi de ida íbamos charlando y tomando mate con María y Claudia. Desde la entrada uno ve cerraduras, rejas, y varios kilómetros de alambrado. La felicidad llegaba al cuerpo, la expectativa y la ansiedad se hacían carne. Después de cruzar muchas puertas llegamos al gimnasio, y cuando ellas bajaron silla en mano, ordenadas, saludando una por una, se me agolpó todo lo anterior en los dedos y supe que había que empezar.
Debo decir que ambas, Paulita y yo, estábamos bien asustadas.
Empecé a tocar.
Todo se fue ablandando, tornando natural y energético.
Para no romper la atmósfera corté pronto, y La Maffía dio una lección de rock alla Johnny Cash.
Luego nos quedamos sorteando casettes y revistas, y definitivamente me fui con una certeza.
Ellas casi no ven gente desconocida; ni muchas cosas nuevas. Que le llevemos algo no-escuchado-antes, era realmente especial, de ahí que se genere esa electricidad extraterrestre, ese silencio del comienzo del concierto.
Charlar de nada o de todo un poco con ellas corta su rutina. Ven otros ojos, quizá oyen palabras que no escuchaban hacía mucho, quizá maquinen cosas nuevas. Algo muy positivo para alguien que ante tanta monotonía y encierro, no tiene mucho opción que pensar y pensar.
Llevamos algo que sucede Afuera, ahí Adentro.
Es la osadía de este proyecto.
miércoles, 30 de julio de 2008
Srta. Carolina y Paula Maffia tocaron en el Módulo 5 - Texto de Paula Maffia
El 15 de julio tocaron Srta. Carolina y Paula Maffia en el Módulo 5 de Ezeiza.
"Llegamos con Srta. Carolina a un gimnasio grandote pintado de rosa apastelado (intencionadamente sereno), cuyas paredes vestían unos afiches con recortes de revistas: mujeres cosmopolitan, cocktails, carteras, algunos chongos buenosmozos y otros figurines de los que abundan en publicaciones orientadas a la mujer (la mujer). Entre los figurines, garabatos de colores y palabras en inglés. Mientras miraba detenidamente estos afiches que parecían los resultados de algún taller de idioma, deambulábamos con Carolina con nuestras guitarras colgadas, maravilladas por la acústica del gimnasio y mostrándonos fragmentos de nuevas composiciones: la verdad es que estábamos nerviosísimas.
Las internas empezaron a bajar, prolijamente, vestidas de entrecasa y con sus propias sillas. Se acomodaron por pabellón. Ponían sus sillas en un costado del gimnasio, apuntando a nosotras que chupábamos mate y cuchicheábamos nerviosas en un rincón. Y sin embargo eran un grupo de mujeres, nada más ordinario. Algunas se parecían a mis vecinas de La Boca, otras a mis compañeras de trabajo. Algunas como las que viajan conmigo en colectivo. Otras como las que se ven en la tele subtitulada: mujeres asiáticas o rubias balcánicas, africanas o europeas. Realmente, un grupo de mujeres, y más aún, nosotras nerviosas: Porque si tocar para un público propio es una experiencia, tocar para un público ajeno es un desafío: pero tocar para una pequeña multitud de mujeres, que no están en un boliche, birra en mano, disfrutando distendidamente de un show después de un rutinario día de trabajo; sino mujeres, que bajan prolijamente con su silla, y se acomodan a distancia de observador ideal, analíticas, extrañadas, interrumpidas y quizá hasta escépticas del divertimento musical... ¡precisamente eso! no éramos un divertimento, éramos realmente algo para ser espectado. Estas mujeres eran después de todo el público ideal y por eso estábamos nerviosas: iban a prestar atención a nuestras letras, a viviseccionarnos, a escuchar nuestras voces desnudas rebotando por el reverberante gimnasio, lejos de todo clima escénico, mas bien cual performance acrobática (martes, 11am), iban a ser objetivas y prestarnos toda, toda la atención.
Carolina y yo dimos un simposio musical y ellas fueron el panel de académicos de la vida encargado de evaluarnos.
¡Y aprobamos!
Suntuosos aplausos, besos, pedidos de autógrafos (¡¿autógrafos?!), pedidos de púas, pedidos de canciones, confesiones, devoluciones, en castellano, en inglés, en italiano, con acento ucraniano, mexicano; historias sobre ellas, sus hijas, sus romances: tan obsequiosas y atentas, tan cálidas y agradables, una inspección tan vivaz y profunda de nuestra música; las chicas del penal fueron, no solo por su dedicación y su respeto, sino también por la ofrenda devuelta, el público ideal y más cuidadoso que en mi experiencia, he tenido.
Tan satisfaciente.
Lo único que lamento es no poder habernos quedado un rato más a ver la clase de Boxeo que venía a darles la tigresa Acuña ¡pecatto!"
Paula Maffia
"Llegamos con Srta. Carolina a un gimnasio grandote pintado de rosa apastelado (intencionadamente sereno), cuyas paredes vestían unos afiches con recortes de revistas: mujeres cosmopolitan, cocktails, carteras, algunos chongos buenosmozos y otros figurines de los que abundan en publicaciones orientadas a la mujer (la mujer). Entre los figurines, garabatos de colores y palabras en inglés. Mientras miraba detenidamente estos afiches que parecían los resultados de algún taller de idioma, deambulábamos con Carolina con nuestras guitarras colgadas, maravilladas por la acústica del gimnasio y mostrándonos fragmentos de nuevas composiciones: la verdad es que estábamos nerviosísimas.
Las internas empezaron a bajar, prolijamente, vestidas de entrecasa y con sus propias sillas. Se acomodaron por pabellón. Ponían sus sillas en un costado del gimnasio, apuntando a nosotras que chupábamos mate y cuchicheábamos nerviosas en un rincón. Y sin embargo eran un grupo de mujeres, nada más ordinario. Algunas se parecían a mis vecinas de La Boca, otras a mis compañeras de trabajo. Algunas como las que viajan conmigo en colectivo. Otras como las que se ven en la tele subtitulada: mujeres asiáticas o rubias balcánicas, africanas o europeas. Realmente, un grupo de mujeres, y más aún, nosotras nerviosas: Porque si tocar para un público propio es una experiencia, tocar para un público ajeno es un desafío: pero tocar para una pequeña multitud de mujeres, que no están en un boliche, birra en mano, disfrutando distendidamente de un show después de un rutinario día de trabajo; sino mujeres, que bajan prolijamente con su silla, y se acomodan a distancia de observador ideal, analíticas, extrañadas, interrumpidas y quizá hasta escépticas del divertimento musical... ¡precisamente eso! no éramos un divertimento, éramos realmente algo para ser espectado. Estas mujeres eran después de todo el público ideal y por eso estábamos nerviosas: iban a prestar atención a nuestras letras, a viviseccionarnos, a escuchar nuestras voces desnudas rebotando por el reverberante gimnasio, lejos de todo clima escénico, mas bien cual performance acrobática (martes, 11am), iban a ser objetivas y prestarnos toda, toda la atención.
Carolina y yo dimos un simposio musical y ellas fueron el panel de académicos de la vida encargado de evaluarnos.
¡Y aprobamos!
Suntuosos aplausos, besos, pedidos de autógrafos (¡¿autógrafos?!), pedidos de púas, pedidos de canciones, confesiones, devoluciones, en castellano, en inglés, en italiano, con acento ucraniano, mexicano; historias sobre ellas, sus hijas, sus romances: tan obsequiosas y atentas, tan cálidas y agradables, una inspección tan vivaz y profunda de nuestra música; las chicas del penal fueron, no solo por su dedicación y su respeto, sino también por la ofrenda devuelta, el público ideal y más cuidadoso que en mi experiencia, he tenido.
Tan satisfaciente.
Lo único que lamento es no poder habernos quedado un rato más a ver la clase de Boxeo que venía a darles la tigresa Acuña ¡pecatto!"
Paula Maffia
Video de Umatic en el Complejo Penitenciario Nro 1
Estamos empezando a poner en youtube videos de algunos de los recitales.
Este es de Umatic en el Complejo Penitenciario Nro. 1, el 9 de enero
Este es de Umatic en el Complejo Penitenciario Nro. 1, el 9 de enero
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